José Martí. Dirigente E Ideólogo Revolucionario

Descripción

Título: José Martí. Dirigente e ideólogo revolucionario
Autor: Jorge Ibarra
Editorial: Nuestro Tiempo
Colección: Pensamiento Latinoamericano
Año: 1980
País: La Habana, Cuba
Idioma: Español
Características: Segunda edición
ISBN: 968-427-086-0
Encuadernación: Rústica. Pegado
Medidas: 18 cm X 11 cm
Páginas: 237
Peso: 179 grs.
Estado de conservación: Libro de Ocasión
Nota: El libro tiene desgastes en portada y contraportada por el tiempo en estantería.

Resumen: En el presente estudio –comenta su aturo en las primeras líneas del mismo- nos hemos propuesto develar algunos aspectos de la práctica política e ideológica de JoséMartí, como dirigente del movimiento revolucionario cubano. Estas facetas de su actividad dirigente debían formar un cuerpo histórico coherente e inteligible, que explicase las causas que promovieron su ascenso a la dirección del Partido Revolucionario Cubano, y el papel que desempeñó en los momentos más decisivos, en su relación con los distintos grupos y tendencias políticas de la emigración y de la Isla…
De modo parecido hemos trazado un paralelo entre el sistema ideológico martiano y otros sistemas ideológicos, a los efectos de precisar la dimensión y profundidad de su ideario político y social. A nuestro modo de ver, el pensamiento martiano sale airoso de esta confrontación, en la que se desvanecen las pretensiones de clasificarlo como un liberal, sin médula social, o como un demócrata revolucionario estereotipado, de acuerdo con otros moldes que se ajustan a la historia de las ideas políticas europeas. Sólo en el contexto histórico real en el que se encuentra entrelazada su práctica política e ideológica, podremos distinguir lo verdaderamente original del pensamiento.
Sobre el autor: Jorge Ibarra Cuesta (11 agosto de 1931, Santiago de Cuba- 7 junio 2017) Fue revolucionario e historiador eminente. Nacido un en el seno de una familia de la pequeña burguesía de Santiago de Cuba, cursó sus estudios de Enseñanza Primaria en su casa, pues las crisis de asma eran tan intensas que no pudo asistir a la escuela hasta comenzar el bachillerato en el Colegio de los Hermanos De La Salle.
Se graduó de High School en los Estados Unidos e ingresa en la Universidad Wharton School en Pennsylvania para cursar la carrera Economía. Es aquí donde comienzan sus inclinaciones hacia la Literatura e inquietudes en las ideas sociales; adquiriría así conciencia de las enormes diferencias entre la América hispana y la sajona.
Al regresar a Cuba, en 1951, matricularía la carrera de Derecho en la recién creada Universidad de Oriente. Allí cobra fuerza su interés por los estudios históricos con sus profesores Leonardo Griñán Peralta y Francisco Prats Puig.
Al ocurrir el golpe de Estado, en 1952, es de los primeros estudiantes santiagueros en acudir al Parque Carlos Manuel de Céspedes para protestar contra el infame hecho anticonstitucional del general Fulgencio Batista.
En las elecciones de la FEU santiaguera, es elegido presidente, establece relación con los universitarios de La Habana y organiza con ellos la lucha del estudiantado contra la dictadura.
El ataque al Cuartel Moncada, el 26 de Julio de 1953, fue un factor determinante en la radicalización del pensamiento de los jóvenes santiagueros, quienes vieron, en el gesto de Fidel Castro y los jóvenes de la Generación del Centenario, el camino correcto para acabar con la tiranía.
Cuando los moncadistas salen de prisión, el 15 de mayo, Léster le comunica a Fidel la existencia de esa organización revolucionaria santiaguera, y una vez constituido, el 12 de junio, oficialmente, el Movimiento Revolucionario 26 de Julio, es el propio Fidel quien envía a Léster, a María Antonia Figueroa, Pedro Miret y Armando Hart a entrevistarse con los dirigentes revolucionarios santiagueros e invitarlos a formar parte de este.
Frank País, Pepito Tey y Jorge Ibarra reciben a los emisarios de Fidel y celebran reuniones de consulta con todos los miembros de ANR, ya que el adherirse al Movimiento Revolucionario 26 de Julio se realizó con la aprobación de cada uno de los miembros de ANR. Fue un proceso que duró varias semanas y en el que Jorge Ibarra desempeñó un importante papel, dado su gran prestigio revolucionario.
A finales de 1956, Jorge transportaba 200 cartuchos de dinamita en el jeep de su propiedad cuando fue perseguido por el teniente Rico, ayudante del Coronel Del Río Chaviano. La persecución se efectuó desde las calles Aguilera y Cuartel de Pardo hasta San Jerónimo y Calvario, lugar donde el jeep, conducido por Jorge, chocó contra la cerca de la casa del matrimonio de Teresa Ovich y Andrés Téllez de Girón, mis abuelos maternos. Jorge se escondió con rapidez en una de las casas cercanas, pero su vehículo y los explosivos fueron ocupados, lo que motivó que tuviera que marcharse al extranjero.
Durante los años 1957 y 1958, Jorge militó en el exilio, tanto en el 26 de Julio, como en el Directorio 13 de Marzo; realizó entrenamientos militares en los campamentos de estas organizaciones en compañía de Rodulfo León Álvarez, Gregorio Junco, Jesús Suárez Gayol, Fernando Vecino Alegret, Antonio Briones Montoto, Oscar Asencio y Enio Leyva, entre otros, todos jóvenes deseosos de venir a Cuba a combatir la dictadura. Al triunfo de la Revolución, se gradúa como abogado y comienza su vida dedicada a la historia, como investigador y profesor. Labora en la Dirección Política del MINFAR donde de 1963 al 1967 escribe la llamada Historia de Cuba del MINFAR.