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Descripción

Libro usado en buenas condiciones, en la portada trae anotaciones del antiguo propietario, nada que impida su lectura.

Ejemplar No. 17 de Teología de Bolsillo para clérigos y seglares.
Nuestra santa madre, la Iglesia, sostiene y enseña que Dios, principio y fin de todas las cosas, puede ser conocido con certeza a través de las cosas creadas por la luz natural de la razón humana; "porque lo invisible de Dios, entendido desde la creación del mundo mediante las criaturas, es conocido: su eterno poder y divinidad" (Rom 1,20).
Con estas palabras el Concilio Vaticano I, en 1870, enseñaba que se puede conocer a Dios por la razón. No era una doctrina nueva: Santo Tomás de Aquino sostenía que la existencia de Dios se puede demostrar por sus obras y exponía las famosas cinco "vías" para probarla (S. Th. I, art. 2 y 3).
Sin embargo todos sabemos que, a pesar de lo que dice el Concilio Vaticano I, hay muchos ateos y agnósticos que no ven ninguna lógica en saltar de las cosas de este mundo a la existencia de un Creador. No ven la necesidad de postular la existencia de un Dios para explicar los acontecimientos que la ciencia pue- de explicar de una manera perfectamente adecuada, Más que no creer en la existencia de Dios, no comprenden qué significa "Dios".

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