Patrick Belaga Blutt Lp

Descripción

Concebida a los pies de la península italiana con forma de bota en Apulia, Blutt, de Patrick Belaga, hace música para la imaginación rebelde. El título es una palabra en alemán antiguo que significa «desnudo», «desnudo», pero también puede significar «sangre» cuando se escribe sin rodeos. Quita otra letra y se convierte en «trasero». Ninguna de estas definiciones y adaptaciones fue lo que llevó al compositor y violonchelista de formación clásica a nombrar su segundo álbum con una palabra que simulara el sonido de una arteria perforada. Eso ocurrió más tarde. Las

nueve composiciones mareadas de Blutt están inspiradas en un viaje contemplativo por carretera con un amigo y en la misteriosa música apagada que se escucha de una fuente no identificada. Fue una combinación de jazz y música clásica la que atormentó las andanzas de Belaga por la ciudad bizantina de Galípoli, y pronto contagió sus sueños sobre civilizaciones desaparecidas hace mucho tiempo. Este disco es su resultado, donde los instrumentos orgánicos y la producción electrónica se funden en un sonido que es a la vez contemporáneo y antiguo. Muestras de nuevos encantamientos y cintas sonoras se balancean sobre el ruido sordo de los acordes del piano en «Sigh». Las capas compuestas del violonchelo de Belaga tocan en una armonía deprimente en «Rust». Hay un sentido melancólico en lo romántico, en el ritmo espeluznante de una pieza como «Momentum». Los cuartos de tono de una escala popular de Europa del Este y Oriente Medio sondean una profunda melancolía a través del violín de Kai Knight. Sus notas están obsesionadas por una grabación de campo con agua corriente en «Unsoft», ecos de gaitas y un arpa judía en la apertura «Lilt».

Como consumado compositor e intérprete conocido por su trabajo con los artistas Wu Tsang, Boychild, Josh Johnson y Asma Maroof, Blutt de Belaga se caracteriza por sus colaboraciones impecables. La vocalista e instrumentista Jazmin Romero canta y compone las melodías surrealistas de «Grey Eye». La artista y productora de danza multidisciplinaria Riley Watts contribuye al movimiento silencioso y motorik de «The Tunnel is a Tower». Juntos, el disco suena como una impresionante banda sonora para la extrañeza del sueño y la desgarradora fugacidad del tiempo. Como un sueño intenso que se recuerda a medias, las emociones persisten al despertar, de no ser por las ingeniosas maquinaciones que están fuera del alcance de la mente.

El álbum está masterizado por Rashad Becker, con ilustraciones de Giovanni Furlino y diseño de N MRE 08.