Relatos De La Locura Inminente

Descripción

Relatos de la Locura Inminente


En la lectura de la presente obra, el lector experimentará y conocera la tenue frontera existente entre la cordura y la locura, y como esta, en vez de angustiarnos, nos tienta a adentrarnos en ella. No obstante lo anterior, al llegar a la última página no sabremos determinar si el autor se aproxima a la locura mental, o ya se encuentra inmerso dentro de ella, y no nos quedera muy claro de cómo terminar nuestra cordura después de leer el presente texto.Empezando, el autor trata de ensenarnos lo poco de normalidad que siempre considera que posee, y nos lleva a conocer el método más eficaz para identificar a un en hispanoamérica pendejo, y como opera la gilipollez, para luego adentrarse en las invenciones que este considera como las mas importantes para la humanidad, cuentos como las excusas o el hielo en cubitos, y darnos su impresión sobre la música contemporánea, para terminar contandonos como se enamoro platonicamente de una rubia.Si bien, al terminar esta primera parte de la obra pudieramos tener indicios de la proximidad del autor con la locura, o como este lo anuncia en el título, de la inminencia de la misma, la segunda parte terminaremos de confirmar que esa condición no es inminente sino que ya se encuentra presente en un alto grado. El primer síntoma lo notamos en su concepto sobre la profesionalidad, para toparnos después con un campeón de box que termina en contubernio con la miseria y la insanidad mental, y seguir con una antigua cortesana que favorece con su don a su protector, y de alli pasar, sin anestesia, a encontrarnos con un pintor abstracto desquiciado en una cama clínica, para luego experimentar la peligrosidad de los deseos. Luego de una pausa necesaria para organizar las ideas y evitar el contagio con las del autor, entraremos a conocer que se trata la colección de Preston Druger, inversionista de Wall Street, y descubrir a Macondo visto por los ojos de un adolescente, y sentir tristeza y anoranza por la ampliación de un aeropuerto, para entonces donde establecer se encuentran antónimos, y finalmente descubrir por intermedio de un brutal escarche la forma algunos sobreviven en el exilio.Si el lector puede soportar la lectura completa de estos textos y conservar la cordura intacta, lo felicitamos porque usted se encuentra bastante lejos de vestir una camisa de fuerza, prenda la cual dentro de poco tiempo tendra que usar el autor de estos relatos.Por último se advierte que el autor no se responsabiliza por los danos de ningún tipo, en especial los mentales, causados a los lectores del presente texto.