Arena Magica Moldeablele 1kg Avelar Toys Super Sand

Descripción

Arena cinética, kinética o mágica
Material sensorial adecuado para los/las niños/niñas

Contenido:
1 kg de arena mágica
1 Alberca para el juego libre de los niños / niñas
5 Accesorios para realizar diferentes figuritas con la arena


La arena SUPER SAND es una arena muy parecida a la arena de playa pero con cualidades únicas:

El aspecto y tacto es parecido al de la arena mojada, lo que permite a los niños jugar con arena en casa.

Sin embargo, a la hora de manipularla es más moldeable. Por eso, al usarse con moldes se pueden crear formas muy definidas.

Además si la sostienes entre las manos sin presionar, si la desmenuzas o si la dejas caer, tiene “movimiento propio” y se mueve de forma lenta, con un aspecto esponjoso y suave.

La arena no mancha, ya que los granos no se desparraman y sólo se adhieren a sí mismos. Este hecho permite jugar con ella en casa, dentro de una bandeja o con un mantel sin peligro de acabar con toda la casa llena de granitos por todas partes. Al terminar, se recogen los restos grandes, se pasa la escoba o la aspiradora por si ha quedado alguno pequeño y listos.

Asimismo este tipo de arena no es tóxicas, es libre de alérgenos y gluten, elaboradas con productos naturales; así que los niños pueden jugar con tranquilidad con ella. Aunque siempre con la supervisión de un adulto.

Por todos estos motivos, es una herramienta adecuada para tener en casa y jugar como en la playa ¡incluso en invierno! Y es que jugar con arena tiene muchísimos beneficios para los pequeños:

Para empezar, es una experiencia sensorial única, tanto por el tacto, como por verla caer, etc.

Los niños echan a volar su creatividad e imaginación. Se pueden hacer construcciones con moldes, crear “pasteles”, usarla para crear escenarios, etc. con lo que fortalece el juego simbólico.

Mientras juegan con ella, trabajan la coordinación óculo-manual, fortalecen la musculatura de manos y dedos, adquieren agilidad y destreza al manipularla (amasar, aplastar, usar moldes, etc.), con lo que desarrollan su psicomotricidad fina.

Mientras la manipulan, los niños también trabajan la concentración e, incluso, la relajación.

Además, como con casi cualquier actividad, podemos aprovechar su uso para establecer rutinas y trabajar el orden al preparar la zona de juego, recoger y lavarse las manos después.

Todo esto ayuda al niño a poner a juego los límites de la arena y seguir intentándolo. Le relaja, le hace pasar un buen rato, sentirse bien y, por lo tanto, también fomenta su autoestima.

Es un juguete de “larga vida” porque a los niños les encanta.
Lo que nos lleva al último, pero no menos importante: es una buena actividad para fomentar la convivencia jugando con nuestros peques, o bien que jueguen con amigos.

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