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Descripción

Nacido en Venezuela de padres italianos, Antonio Lauro (1917-1986) era muy joven cuando comenzó a tomar clases de música con su padre. A los 9 años, Lauro, en contra de los deseos de su familia, comenzó a tomar clases de piano y composición en la Academia de Música y Declamacín. Sin embargo, después de conocer la música de Agustín Barrios Mangor, Lauro dejó sus estudios de violín y piano para dedicarse por completo a la guitarra, conmovido por la música de Mangor. Lauro se convirtió en un guitarrista excepcional, además de en compositor. Con un compromiso político, Lauro era un ferviente nacionalista, y fueron sus convicciones políticas las que lo llevaron a celebrar y a estudiar en profundidad los orígenes y el patrimonio de la música venezolana. En 1951, Lauro fue encarcelado por el general Marcos Pérez Jiménez por sus convicciones democráticas; Lauro describiría más tarde su experiencia carcelaria como una parte normal de la vida de un venezolano de su generación. Sin embargo, el encarcelamiento no lo disuadió de organizar una serie de conciertos, ni de seguir componiendo piezas maravillosas que más tarde le valieron el Premio Nacional de Música, el máximo galardón artístico de Venezuela. Y fue durante su estancia en prisión cuando escribió dos de sus piezas más importantes: la Sonata para guitarra y la famosa Suite venezolana, seguidas de su Concierto para guitarra y orquesta. Su música, y en particular sus piezas para guitarra, trascendieron los confines de la escena musical de Venezuela y se convirtieron en un punto de referencia de enorme importancia para las generaciones posteriores de músicos de todo el mundo. Sus composiciones para guitarra tenían como objetivo crear una síntesis de la música popular venezolana con formas elaboradas de la tradición europea. Se inspiró, en primer lugar, en piezas de inspiración popular y folclórica, como los valses venezolanos y piezas escritas en estilos tradicionales; en segundo lugar, en obras exigentes que despliegan los aspectos y características más sofisticados de la tradición compositiva occidental, como la Sonata y la Suite venezolana; y, en tercer lugar, en los estilos de contrapunto. Lauro es un compositor cuya grandeza merece un reconocimiento más allá de sus logros en la reinterpretación de la música de las tradiciones populares y folclóricas, por muy exitosas que hayan sido. Su gran logro como compositor fue absorber y sintetizar, de una manera totalmente idiosincrásica y personalmente creativa, una gama de elementos muy distintos y darles vida en composiciones de auténtica esencia. Esta grabación tiene como objetivo reunir todas las diferentes facetas de la personalidad musical de Lauro, al mismo tiempo, intentar evitar el tópico de una interpretación instintiva y basada en el folclore, y abordar su música de una manera más estructurada. Hijo de dos italianos, un barbero y un músico, Antonio Lauro (1917-1986) nació en Ciudad Bolívar, Venezuela. Comenzó a una edad temprana a tomar clases de música con su padre. La familia se mudó a Caracas, una ciudad con muchos estímulos y llena de oportunidades, y comenzó a tomar clases de música, a estudiar piano y composición en la Academia de Música y Declamación. Fue su encuentro con la música de Agustín Barrios Mangor, que por aquel entonces ofrecía una serie de conciertos en Venezuela, cuando decidió abandonar los estudios de piano y violín para dedicarse por completo a la guitarra, convirtiéndose en un guitarrista y compositor excepcional. Antonio Lauro fue, en 1938, el primer venezolano en completar sus estudios formales en guitarra clásica y, al mismo tiempo, cultivar una carrera como músico popular y actuar en un trío para voz y guitarras con el que realizó giras por toda Sudamérica. Lauro estaba comprometido políticamente y era un ferviente nacionalista. Esto lo inspiró a celebrar y explorar sus orígenes y su herencia musical venezolanos: se sintió particularmente atraído por la forma del vals venezolano, que se caracteriza por sus melodías brillantes y rítmicas y por el uso frecuente de la hemiola y los cambios de métrica y tempo. En 1951, Lauro fue encarcelado, por sus convicciones democráticas, por el general Marcos Pérez Jiménez, pero esto no detuvo sus actividades de composición, fue durante su estancia en prisión cuando escribió dos de sus obras más importantes: la Sonata para guitarra y la famosa Suite venezolana, seguidas del Concierto para guitarra y orquesta. En sus composiciones para guitarra, Lauro pretendía unir la música popular venezolana con formas complejas de la tradición europea. Son obras muy atractivas, melodiosas, llenas de espíritu, encanto y una escritura brillante para el instrumento. Interpretadas maravillosamente por Cristiano Poli Cappelli, uno de los principales guitarristas italianos. Ya grabó varios álbumes exitosos para Brilliant Classics con música de Gangi, Tansman, Carlevaro y Castelnuovo-Tedesco.

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