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Descripción

Hay obras maestras de la historia de la música que simplemente se olvidan durante un tiempo antes de ser redescubiertas en una era posterior como un espejo de la propia sensibilidad. Las razones de este olvido son múltiples: en el caso de la ópera de cuento de hadas Lanzelot de Paul Dessau, probablemente sean claramente políticas. Esto también tiene que ver con el hecho de que Dessau (1894-1979), hijo de un tabaquero judío de Hamburgo, se estableció en la zona de ocupación soviética tras el exilio durante la Segunda Guerra Mundial y vivió hasta su muerte como un contemporáneo de la RDA políticamente leal pero también totalmente disidente. Dos veces musicalizó textos de Brecht, hasta que en su tercera ópera recurrió al cuento de hadas Der Drache del autor soviético Yevgeny Schwarz, que el dramaturgo Heiner Müller adaptó para él junto con Ginka Tscholakowa para el libreto de Lanzelot. La historia es tan explosiva que incluso el original fue prohibido durante la época de Stalin. Sorprendentemente, el material no encontró resistencia por parte de las autoridades de la RDA en su estreno en la Ópera Estatal de Berlín (Este) en diciembre de 1969. Sin embargo, la música de Dessau era una de las más modernas y provocadoras permitidas en la RDA en aquella época. Las exigencias para el conjunto vocal, el coro y la orquesta son colosales: un grupo de percusión bien equipado proporciona la potencia, y el compositor también se encarga de grabar en cinta para que se reproduzcan en el auditorio. En ninguna parte de su obra, Dessau presenta una mayor variedad de estilos musicales; desde el concerto grosso barroco y las parodias románticas hasta la música de agitprop y los sonidos modernos, hace todo lo posible. Con su pluralidad de niveles musicales y su apego al coraje de la libertad, Lanzelot es el equivalente de Alemania Oriental al teatro total, igualmente ambicioso, de Soldaten, de Bernd Alois Zimmermann.

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