Planta Tradescantia Zebrina Flores + Semillas

Descripción

Características de la Planta Tradescantia Zebrina
Follaje Atractivo:

Las hojas de la Tradescantia zebrina son sus principales características. Son de color morado oscuro, con rayas plateadas o verdes que le dan un aspecto muy llamativo y decorativo. Las hojas son alargadas y estrechas, con un patrón distintivo que las hace destacar en cualquier espacio.
El revés de las hojas es de un color purpura intenso, lo que agrega más color y atractivo visual.
Crecimiento:

Esta planta es una planta rastrera o colgante, por lo que crece de forma expansiva y puede formar una alfombra de follaje denso. Si se cuida adecuadamente, sus ramas pueden alcanzar entre 30 y 60 cm de largo.
Es una planta de crecimiento rápido, por lo que puede llenar rápidamente las macetas o cestas colgantes.
Flores:

Aunque la Tradescantia zebrina es conocida principalmente por su hermoso follaje, también produce pequeñas flores de color rosado o violeta. Las flores son relativamente pequeñas y aparecen en racimos en las axilas de las hojas, pero su belleza no suele ser tan destacada como el follaje.
Las flores tienden a ser efímeras y suelen durar solo un día, pero su aparición constante hace que la planta se mantenga atractiva durante varias temporadas.
Adaptabilidad:

La Tradescantia zebrina es bastante resistente y se adapta a una amplia gama de condiciones de cultivo. Es ideal para cultivarse en interiores, pero también puede crecer en exteriores en zonas de clima cálido.
Es una planta que se desarrolla bien tanto en luz indirecta brillante como en sombra parcial, aunque se debe evitar la exposición directa y prolongada al sol intenso, ya que las hojas pueden quemarse.
Cuidado y Mantenimiento:

Luz: Prefiere la luz indirecta brillante, pero también puede tolerar algo de sombra parcial. En interiores, un lugar cerca de una ventana con luz filtrada es ideal.
Riego: La Tradescantia zebrina prefiere un suelo ligeramente seco entre riegos. Evita el exceso de agua, ya que esto puede provocar la pudrición de las raíces. En invierno, reduce el riego ya que la planta entra en una fase de menor crecimiento.
Temperatura: Esta planta prefiere temperaturas cálidas, entre 18-24°C, y no tolera temperaturas frías o heladas. Es importante protegerla del frío.
Humedad: Le va bien en ambientes moderadamente húmedos, pero no necesita una humedad extremadamente alta para prosperar. Si el ambiente es muy seco, puedes rociar las hojas con agua para aumentar la humedad alrededor de la planta.
Fertilización: Se recomienda fertilizar la planta una vez al mes durante la temporada de crecimiento (primavera y verano), utilizando un fertilizante líquido equilibrado o específico para plantas de interior.
Poda: Esta planta puede crecer rápidamente, por lo que se puede podar para controlar su tamaño o para eliminar las ramas muertas y fomentar un crecimiento más denso.

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