Aceite Esencial De Lavanda Young Living De 5 Ml

Descripción

Ingredientes:
Aceite esencial de lavanda 100 % puro


La lavanda es un adaptógeno y por lo tanto puede ayudar al cuerpo a adaptarse a la tensión o a los desequilibrios. Es una gran ayuda como relajante antes de la hora de dormir, sin embargo, al tener propiedades que equilibran también puede impulsar energía. Young Living cultiva su propia lavanda en granjas en Utah, Idaho, Francia y Ecuador.
El aceite de lavanda es anti séptico, anti hongos, analgésico, anti tumoral, anti convulsivo, vasodilatador, relajante, anti inflamatorio, y reduce el colesterol. El aceite de grado terapéutico™ de lavanda es utilizado en la piel y la belleza y puede ser utilizado para calmar y limpiar cortadas, contusiones, comunes e irritaciones cutáneas. Lavanda también podría ser utilizado para realzar el sabor de los alimentos. También puede ayudar con infecciones respiratorias, alta presión, arterioesclerosis, PMS, enfermedades de la piel (acné, eczema, cirrosis, cicatrices y estrías) quemaduras, quemaduras por el sol, perdida de cabello, insomnio y tención nerviosa.
Datos históricos: El aceite esencial de lavanda (Lavandula angustifolia) se utiliza en la medicina tradicional de muchas culturas con un calmante. Tradicionalmente utilizado para tratar las quemaduras, la lavanda es uno de los aceites más célebres de la historia y versátiles. En la antigua Grecia, Pedanius Dioscórides, un médico, farmacólogo y botánico, exaltó las cualidades medicinales de la lavanda. Los griegos también usaban la lavanda como perfume. Los romanos utilizaron lavanda en sus baños para lavarse, para sus curaciones, por sus propiedades antisépticas y como repelente de insectos. En el siglo 16, la lavanda se comenzó a utilizar para proteger a las personas de los brotes de cólera. Los egipcios usaban lavanda como un ingrediente en perfumes junto con el incienso. La Reina Elizabeth I usaba la lavanda como un té para tratar sus frecuentes migrañas. El científico francés René Gattefossé fue el primer científico moderno en descubrir la capacidad de lavanda para promover la regeneración de tejidos y la cicatrización de heridas. Cuando severamente se quemó el brazo en un accidente de laboratorio. Hoy en día, la lavanda es uno de los pocos aceites esenciales que continua apareciendo en la Farmacopea Británica. Shakespeare creció en su jardín de la lavanda y habló de ello en sus escritos, incluyendo una receta para un té de lavanda en el Cuento de Invierno. Las huellas de lavanda fueron encontradas en la tumba del rey Tutankamon cuando se abrió en 1922. Estos rastros incluso tenían un ligero olor después de ser sellado en la tumba durante más de 3.000 años.